28 enero 2010

“Soy sobreviviente de un campo de concentración. 
Mis ojos vieron cosas que ninguna persona debería
presenciar: cámaras de gas construidas por 
ingenieros capaces y eficientes, niños envenenados 
por médicos experimentados y conocedores,
recién nacidos asesinados por enfermeras 
bien adiestradas, mujeres y niños muertos 
e incinerados por jóvenes competentes,
egresados de la escuela secundaria y 
universidad. Por tanto, me muestro suspicaz 
cada vez que me hablan de lo que significa 
la educación para el hombre. 
Por eso, quiero hacerles la siguiente
petición; ayuden a sus alumnos a volverse 
seres humanos. Sus esfuerzos no deben dirigirse 
a producir monstruos eruditos, psicópatas educados,
hombres instruidos y educados. La lectura, 
la escritura, la ortografía, la historia y la aritmética 
sólo son importantes si sirven para que nuestros 
alumnos sean más humanos.”

(Testimonio de un sobreviviente del Holocausto).
 Goleman, D. (1996). Inteligencia emocional . Barcelona: Kairós.

No hay comentarios: