03 julio 2010

Los navegantes de internet con algo de experiencia ya nos tomamos como cosa cotidiana el encontrarte con el imbécil de turno que escondido tras una IP no te ve a los ojos y con el temor de dar su cara solo publica estupideces con insultos difamaciones frases hirientes y toda la parafernalia de idiotez que lamentablemente es tan conocida y tristemente para el cobarde y el mediocre el recurso de utilizar un espacio público para darle rienda suelta a su cobardía es algo accesible gratuito y bastante satisfactorio.
Qué divertido sería que los medios legales se encarguen de limitar estas cosas, como para que por lo menos los sitios le pongan un costo adicional a la explotación de estos imbéciles, que generan hits a cambio de ser provistos de espacio para despuntar su taradez.

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